Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast

Última hora La UCO pide al juez del Supremo que autorice una averiguación patrimonial de Cerdán ahora que ya no es aforado

Sociedad
Sociedad

El sonido del alma en mitad del Camino de Santiago

Una peregrinación única lleva el repique tradicional de las campanas de Palencia a la Plaza del Obradoiro, uniendo patrimonio, comunidad y espiritualidad en un viaje inolvidable

Campaneros Villaltanos durante el recorrido por el Camino de Santiago / ICAL

Campaneros Villaltanos durante el recorrido por el Camino de Santiago

Palencia

Jesús García-Prieto / ICAL

En un mundo donde el ruido moderno a menudo ahoga las tradiciones, un grupo de entusiastas de Villota del Páramo, en Palencia, ha decidido devolverle la voz al pasado. Los Campaneros Villaltanos de Palencia, una asociación cultural dedicada a preservar el arte ancestral del toque manual de campanas, están protagonizando una hazaña singular: recorrer a pie el Camino de Santiago, acompañados por su emblemático campanario móvil.

Este instrumento, equipado con campanas recién fundidas por Campanas Quintana y afinadas en las notas de mi y sol, resuena en cada etapa del trayecto, llevando el eco de su patrimonio sonoro a peregrinos y vecinos de los pueblos gallegos. Su destino final, la Plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela, el escenario de una emotiva exhibición de repiques tradicionales este domingo, en colaboración con los campaneros de la Catedral de Santiago.

La idea de llevar su campanario móvil al Camino de Santiago no surgió de la nada. Según Julián Caballero, miembro activo de la Asociación Cultural Campaneros Villaltanos, esta peregrinación es la culminación de un sueño colectivo. “Tocar en la Plaza del Obradoiro es el máximo para nosotros. Es algo que teníamos en mente desde hace tiempo, tocar en las catedrales, de pueblo en pueblo, y llegar a Santiago, un lugar tan emblemático y espiritual”. La motivación, explica, va más allá del simple acto de tocar las campanas; se trata de compartir una tradición que conecta a las personas con su historia, su comunidad y su identidad.

La expedición comenzó el pasado domingo desde tierras gallegas, con un grupo de seis caminantes que, etapa tras etapa, han recorrido entre 23 y 25 kilómetros diarios. Acompañados por un autobús que traslada a vecinos de Villota del Páramo, Santervás y otros pueblos de la comarca, el grupo ha reunido a unas 80 personas en Santiago para el gran día. “Es una ilusión que nuestros vecinos nos apoyen en algo así. Que vengan en autobús a vernos, que se sumen a este momento, es algo que nos llena de orgullo”, afirma Caballero, cuya voz refleja el cansancio de las jornadas pero también la emoción de estar tan cerca de su meta.

El protagonista silencioso, o más bien sonoro, de esta peregrinación es el campanario móvil, una estructura diseñada con precisión por Campanas Quintana, una empresa palentina con casi 500 años de historia (fundidores de Campanas desde 1637). Las campanas, recién estrenadas para esta ocasión, son un orgullo para los campaneros. “Están afinadas perfectamente en mi y sol, algo que muy pocas empresas en Europa pueden lograr. Campanas Quintana es la única en España que afina campanas con esta precisión”, explica Caballero. Este detalle técnico no es menor: las notas exactas permiten que los repiques no solo sean un sonido, sino una melodía que puede combinarse con otras campanas, creando armonías que enriquecen la experiencia.

El campanario móvil, que ha acompañado a la asociación desde 2018, es más que un instrumento; es un símbolo de su compromiso con la recuperación del toque manual de campanas, un arte que en 2022 fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. “Cuando tocamos, no solo hacemos sonar las campanas, sino que ponemos en valor un oficio que se estaba perdiendo. Es un lenguaje, una forma de comunicación que ha dado vida a los pueblos durante siglos”, subraya Caballero.

Encuentros y emociones

A lo largo del Camino, los Campaneros Villaltanos han encontrado en cada pueblo una oportunidad para compartir su pasión. “Paramos donde podemos, tocamos un poco las campanas, y la gente se sorprende. Hay muchos extranjeros que no están acostumbrados a ver algo así, y cuando les explicas lo que hacemos, se emocionan”, relata Caballero. En Sarriá (Lugo), uno de los puntos clave del Camino, el grupo notó una afluencia masiva de peregrinos, muchos de los cuales se acercaron curiosos al escuchar el repique. “Es una romería. Ves autobuses llenos, trenes abarrotados, y la gente se para a preguntar. Les contamos por qué vamos y qué significa esto para nosotros”.

Uno de los momentos más esperados fue su participación en la Misa del Peregrino en Portomarín (Lugo), una iglesia que, curiosamente, no cuenta con campanas propias. Allí, el campanario móvil de los Villaltanos llenó el espacio con su sonido, ofreciendo un instante de conexión espiritual para los asistentes. “Ha sido un motivo especial para nosotros, y creo que también para los que fueron a la misa. Tocar en el Camino es llevar algo nuestro, algo de nuestro pueblo, a un lugar que es universal”, añade Caballero.

Este domingo, la Plaza del Obradoiro se convirtió en el escenario de un evento único. Los Campaneros Villaltanos realizaron una exhibición de repiques tradicionales con su campanario móvil, un espectáculo atrajo a peregrinos, turistas y vecinos. Pero la emoción no termina ahí: los campaneros de la Catedral de Santiago los recibieron y les permitieron subir al campanario de la catedral para tocar juntos. “Es un orgullo, pero también ha habido nervios. Que los campaneros de un lugar tan importante como la Catedral de Santiago nos reciban y toquemos juntos es algo que nos pone en valor a todos”, confiesa Caballero.

Este acto no solo se ha convertido en una celebración del arte campanero, sino también un momento de unión comunitaria. Los vecinos de Villota del Páramo y otros pueblos cercanos, que viajaron en autobús para estar presentes, fueron testigos de un hito que trasciende lo musical. “Es una forma de dar vida al pueblo, de dinamizarlo. Que la gente diga ‘ya están aquí estos pesados’ también es parte del encanto”, bromea Caballero, destacando cómo estas iniciativas fortalecen el tejido social de las pequeñas localidades.

La Asociación Cultural Campaneros Villaltanos no es nueva en la defensa del patrimonio sonoro. Fundada en Villota del Páramo, un pueblo con una larga tradición vinculada a las campanas gracias a la histórica presencia de Campanas Quintana, la asociación ha trabajado incansablemente para recuperar y transmitir este oficio. “En Villota, las campanas siempre han estado presentes. El bisabuelo de los Quintana tenía una fundición en el pueblo, y mucha gente trabajó con ellos. Esa conexión nos motivó a crear la asociación en 2018, coincidiendo con el Año Europeo de la Cultura”, explica Caballero.

Desde entonces, han llevado su campanario móvil a numerosos pueblos y ciudades, han organizado concentraciones de campaneros y han colaborado con otras asociaciones, como los Campaneros Zamoranos y los de Albaida, para lograr el reconocimiento de la UNESCO. Pero su labor no se detiene en la difusión; también buscan formar a las nuevas generaciones. “Es más difícil transmitir que recuperar. Cuando encuentras a alguien de 90 años que sabe hacer un repique, es fácil aprender de él. Pero involucrar a los jóvenes, que están más en lo telemático, es un reto”, admite Caballero.

Para superar este desafío, la asociación tiene planes ambiciosos. “Queremos organizar un congreso nacional de campaneros en Palencia a finales de año y un curso para formar a nuevos campaneros. La idea es que cada pueblo tenga su propio campanero, alguien que pueda llevar este oficio con orgullo y darle el prestigio que merece”.

El viaje al Camino de Santiago es solo una de las muchas iniciativas de los Campaneros Villaltanos para mantener viva esta tradición. En Villota, las campanas no solo suenan; son un motor de vida para la comunidad. La asociación ha creado rutas de mazas de campanas dedicadas a las mujeres, los difuntos y los mayores del pueblo, iniciativas que, según Caballero, “dan vida al pueblo y lo hacen único”. El reconocimiento de la UNESCO ha sido un impulso importante, pero también una responsabilidad: “Ahora nos cuesta más transmitir que recuperar, pero cada vez que un niño toca una campana y siente esa conexión especial, sabemos que merece la pena”.

Tras la gran exhibición en Santiago, los Campaneros Villaltanos llevan consigo no solo el sonido de sus campanas, sino también el espíritu de un pueblo que se niega a olvidar su historia. Pero con el final del Camino comienza un nuevo capitulo en su misión de preservar un arte que, como el propio Camino de Santiago, une pasado, presente y futuro en un solo acorde.

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir