Olga Cerrada: "El calor mata"

Zaragoza

El calor mata. Cierto es que no suele ser la causa directa, si no un agravio para muchas enfermedades. En 2023 España fue el segundo país europeo con más muertes atribuibles al calor, 8325 personas.

Por ello ahora, en los últimos años, se habla de pobreza energética de verano. Ya no sólo nos arruinamos por poner la estufa de tres barras para bañarnos, sino también cuando estamos a oscuras a media tarde en el salón de casa para poder respirar. Y sí, tenemos que adaptarnos al calor, pero no sólo a nivel individual, sino colectivo. Los ayuntamientos han de adaptar las ciudades para asegurar una vida vivible para todas las personas. El pasado verano el proyecto COOLTORISE, un proyecto de la complutense publicó un manifiesto con reflexiones y propuestas para la mejora de las políticas públicas con perspectiva de pobreza energética. Apostaba por la incorporación de vegetación, de zonas verdes y agua; generar más sombras para favorecer la ventilación y microclimas en los barrios; fomentar y mejorar el transporte sostenible y los elementos de la calle como el pavimento y los bancos para reducir contaminantes y calor; o realizar actividades comunitarias en espacios públicos para asegurar que todo el mundo tuviese un lugar donde poder estar en plena ola de calor.